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Being a Woman in El Salvador, Part 3 – Ser una Mujer en El Salvador, Parte 3

“Violence is an obstacle that prevents women from developing their own initiatives, and economic activities.”                       -Ana Elena Badilla, UN Women representative

In El Salvador, violence is a significant risk factor for women and a very real obstacle to their personal and economic development. The gangs which control so much of the country, plus the deeply entrenched machismo, create an environment where women are not safe in their own neighborhoods.

Gang control is so pervasive in neighborhoods around El Salvador, that many girls are forced into sexual slavery as girlfriends of local gang leaders. The girls have no choice in the matter…they must join the gang or be killed. The problem has become so grave that young girls are fleeing El Salvador, and other countries in the region, with the hopes of finding safety in Mexico or the United States. According to this article, 32,142 females fled the Northern Triangle (El Salvador, Guatemala, and Honduras) in the first 9 months of 2016. One out of every 3 of those females were girls under the age of 18. Since 2014, 15,000 girls under 18 have been detained by immigration officials. Violence is a major factor in their decision to leave. There is truly a refugee crisis fueled by the real threat of sexual slavery facing underage girls in Central America.

Forced sexual exploitation by criminal gangs is nothing more than modern day slavery. Urmela Bhoola works with the U.N. to combat human trafficking and she had this to say about the issue, “The forced recruitment of girls and young women into gang-related activities, and especially being forced into prostitution through providing ‘conjugal visits’ to gang members in prison, are extreme forms of sexual exploitation and human degradation that involve exercising powers akin to the right of ownership over these individuals.”

Is there a future for these women that have suffered such violence? Is there healing to be found for families and communities? We dare to hope that the answer is yes.

Some women who have been exploited by gangs eventually find their way out, and begin to walk a path toward freedom. These women are now our clients and we are honored to serve them. In our partnership with Free The Girls, we work to provide economic stability for women who are survivors of exploitation.

Every woman has a different story…maybe she aged out of the gangs, went to jail, or was able to get away from the situation. We have also found that every woman has a different dream.

Ingrid* got pregnant at a young age at the hands of her “boyfriends” and after a few kids found herself aging out of the gang. She also found herself with no job, and no economic security at all. She started selling bras, and gained enough confidence and sales experience to eventually find full-time work.

Carmen* was recruited as a young girl into her neighborhood gang. Saying “no” was not an option and before she knew it, she was in jail because of the gang lifestyle. That eventually proved to be her ticket out. She started selling bras, and she was really good at it. Today she has her own place, supports her children, and does it all completely on her own.

The road to freedom is a complex one. Economic stability for these women is absolutely key as they are at a high risk of being re-trafficked. But they also need a supportive environment, access to counseling, and opportunities to learn how to manage finances and care for their children in a healthy way. We are working to provide these things and give these girls the best possible chance of success.

Being enslaved and exploited is not the dream that girls have in El Salvador. Too often, it has become their brutal reality. But we know that even out of the darkest ashes beauty can rise, and we have been privileged to see these women take on the difficult task of working toward their own freedom in every sense of the word.

As we wrap up this blog series, we thank you for supporting these women through our work. We ask you to pray for these women as they fight so strongly and bravely for their freedom. Watching them heal and grow is truly a beautiful thing to see.

*Name has been changed.   

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“La violencia es un factor que obstaculiza a las mujeres para poder desarrollar sus iniciativas productivas, sus actividades económicas.”          –Ana Elena Badilla, Representante de ONU Mujeres

En El Salvador la violencia es un factor significativo para las mujeres y un obstáculo muy real para su desarrollo personal y económico. Las pandillas que tienen tanto control sobre el país, además del machismo tan enraizado, crean un ambiente donde las mujeres no están seguras ni siquiera en sus propios vecindarios.

El control de las pandillas en estos vecindarios puede ser tan penetrante que muchas niñas son forzadas a la esclavitud sexual al convertirse en las novias de los líderes de las pandillas. Estas chicas no tienen alternativa al respecto…, tienen que unirse a la pandilla o morir. El problema se ha vuelto tan grave que niñas y adolescentes están huyendo de El Salvador y de otros países en la región con la esperanza de encontrar seguridad en México o los Estados Unidos. De acuerdo a este artículo 32,142 personas del sexo femenino huyeron del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) en los primeros 9 meses del 2016. Una de cada tres de personas eran niñas menores de 18 años. Desde el 2014, 15,000 niñas menores de 18 años han sido detenidas por oficiales de inmigración. La violencia es un factor grande en la decision a salir. Realmente, hay una crisis de refugiados impulsada por la amenaza de la esclavitud sexual que enfrentan niñas menores de edad en Centroamérica.

La explotación sexual forzada por parte de las pandillas criminales no es otra cosa que la esclavitud de la época moderna. Urmlea Bhoola trabaja con las Naciones Unidas para combatir la trata humana y ella sostiene: “El reclutamiento forzado de niñas y adolescentes en actividades relacionadas con pandillas, y especialmente ser forzadas a la prostitución a través de proveer “visitas conyugales” a miembros de pandillas en prisión, son formas extremas de explotación sexual y degradación humana que involucra ejercer poder semejante al derecho de propiedad sobre estos individuos”.

¿Hay algún futuro para estas mujeres que han sufrido tal violencia? ¿Existe la sanidad para estas familias y comunidades? ¡Nos atrevemos a decír que la respuesta es sí!

Algunas mujeres que han sido explotadas por pandillas eventualmente encuentran la salida y comienzan a caminar por la senda que les lleva a la libertad. Estas mujeres son ahora nuestras clientes y nos sentimos honradas de poder servirles. En sociedad con Free The Girls, trabajamos para proveer estabilidad económica a mujeres quienes son sobrevivientes de la explotación.

Cada mujer tiene una historia diferente… Tal vez una de estas chicas creció hasta quedar fuera de las pandillas, o fue a la cárcel, o tuvo la oportunidad de escapar de esta situación. También hemos podido ver cómo cada mujer tiene un sueño diferente.

Ingrid* quedó embarazada a corta edad por “sus novios” y después de tener algunos hijos creció hasta quedar fuera de la pandilla. Se encontró sin trabajo y sin ningún tipo de seguridad económica. Comenzó a vender brassieres y logró ganar suficiente confianza y experiencia en ventas para eventualmente encontrar un trabajo a tiempo completo.

Carmen* fue reclutada por una pandilla de su vecindario cuando era apenas una niña. Negarse no era una opción y antes que pudiera darse cuenta, estaba en la cárcel gracias al estilo de vida de la pandilla a la que pertenecía. Eso resultó ser su forma de salirse de esa vida. Posteriormente, empezó a vender brassieres y era muy buena haciéndolo. Ahora ella tiene su propio lugar para vivir, mantiene a sus hijos y hace todo esto completamente sola.

La senda que lleva a la libertad es una muy compleja. La estabilidad económica para estas mujeres es absolutamente clave, ya que están en un alto riesgo de ser víctima de la trata nuevamente. También necesitan un ambiente que les apoye, acceso a consejería y oportunidades de aprender cómo manejar finanzas y cuidar a sus hijos en una forma saludable. Es por eso que estamos trabajando en estos aspectos y les damos a estas chicas la mejor oportunidad posible para lograr éxito.

Ser esclavizada y explotada no es el sueño que las niñas tienen en El Salvador; sin embargo, con demasiada frecuencia se ha convertido en la realidad brutal que deben enfrentar. Pero nosotros sabemos que aún de las cenizas más oscuras puede levantarse algo hermoso, y tenemos el privilegio de ver a estas mujeres asumir la difícil tarea de trabajar duro para lograr su propia libertad en todo el sentido de la palabra.

Mientras concluímos esta serie de blogs sobre la mujer en El Salvador, queremos agradecerles por apoyar a estas mujeres a través de nuestro trabajo como MTES. Les pedimos sus oraciones por estas mujeres y su ardua y valiente lucha para obtener su libertad. Ser testigos de su sanidad y crecimiento es realmente un hermoso privilegio.

*Sus nombres han sido cambiados.   

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